Rosendo Pinacho

Nació en Candelaria Loxicha Pochutla, Oaxaca en 1972. Se formó en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca bajo la tutela del maestro Shinzaburo Takeda.

Ha encontrado sus referencias plásticas en la obra de maestros mexicanos y europeos que ha estudiado detenidamente en visitas a museos y viajes al extranjero. Su referente temático, como el de otros oaxaqueños, lo han conformado su tierra, las costumbres y leyendas que, como puede observarse, tienen un peso significativo que se desdobla en imágenes características, que refieren a esa forma de pensar que hermana al hombre con la naturaleza y los animales. A ello se suman experiencias de los paseos y juegos de la infancia, inquietudes y reflexiones existenciales, con lo que su obra combinará elementos orgánicos y la personal simbología que transmite a las formas en un argumento que se plantea con equilibrio.

Ha llevado a cabo múltiples exposiciones colectivas e individuales que se han celebrado en galerías y museos de México, Japón, Estados Unidos, Argentina y Europa.

La obra de Pinacho ha ido creciendo con la misma unidad con que crece un árbol, si bien podemos encontrar a lo largo de su carrera diversas vertientes o ramas, siempre hay un tronco y una raíz que mantienen la congruencia de sus cuadros, de su estilo, de sus búsquedas pictóricas. A lo largo de su vida, “árbol adentro” como diría Octavio Paz, el quehacer artístico le ha significado no solo el sustento y la manera de relacionarse con el mundo, sino también, el modo de expresar sus sentires en torno a su cultura, sus paisajes y memoria.

Muchos de sus óleos, dibujos y grabados están sembrados con imágenes arbóreas y su infancia no solo se desarrolló entre árboles, sino que en las diversas culturas oaxaqueñas el árbol recorre los mitos y se encuentra plantado entre las metáforas de la vida misma, del universo entero en varias tradiciones orales.